El gran pulmón verde de la ciudad (más de 120,000 metros cuadrados), el parque está situado entre el centro histórico y el Hospital San Bortolo.
Se caracteriza por extensos jardines, una gran arboleda y una pintoresca avenida arbolada (flanqueada por estatuas de estilo clásico) que conduce a un pequeño templo situado en una isla artificial de monoptero rodeada por un foso. Se convirtió en propiedad municipal en 1971, ahora es el parque por excelencia donde trotar, dada la presencia de un sendero.
En 2010, una zona del parque se ha enriquecido con una serie de instrumentos recreativos y científicos adecuados para comprender la refracción, la energía cinética y otros fenómenos físicos.