Explora el Parque Nacional de las Cinque Terre en una visita guiada en e-bici. Visita santuarios sagrados, disfruta de las vistas al mar, haz una parada para comer focaccia y vino, y sumérgete en la historia local con tu guía.
Nos encontraremos en Levanto, en nuestro garaje (situado en via Galli 62, a 7 minutos a pie de la estación de tren). Tras las explicaciones sobre el uso correcto de las ebikes de pedaleo asistido (sin acelerador asistido), empezaremos a subir sin esfuerzo por el hermoso valle de Levanto, donde comienza nuestro viaje por la belleza y la historia de esta región. Las paradas para hacer fotos son siempre bienvenidas.
La primera parada más larga es en el santuario sagrado de la "Madonna di Soviore", justo encima de Monterosso. Este asombroso lugar tiene 1300 años de historia, y el panorama del Parque Nacional y la costa hacia Portofino es sencillamente increíble. Aquí también encontrarás una cafetería, un aseo y una fuente para rellenar tu botella de agua. A continuación nos adentramos en el Parque Nacional de las Cinque Terre.
El panorama se abre lentamente hasta el punto de que podremos ver la costa de las Cinque Terre hasta Riomaggiore. Si el aire es lo bastante seco, también es posible ver Córcega en el horizonte. Llegamos a un punto panorámico justo encima de Vernazza. Desde aquí podemos tener la vista más icónica e instagrameable de las Cinque Terre: las casitas de colores, la pequeña bahía de Vernazza, el agua cristalina del mar de Liguria y las colinas y viñedos que rodean la ciudad. El paraíso tiene que estar cerca! ;-)
En otros 5 minutos, llegamos al segundo santuario sagrado que visitamos en el recorrido: "Madonna di Reggio", por encima de Vernazza. Aquí degustamos una focaccia ligur acompañada de un estupendo vino blanco local. Tras unos minutos de descanso a la sombra de encinas centenarias, bajamos a Vernazza. Aquí tienes la posibilidad de visitar el pueblo, su coqueta plaza junto a la bahía, la iglesia medieval, las estrechas calles locales, el castillo y su torre de 500 años de antigüedad, y el puerto. Finalmente, el regreso a Levanto se hace en tren, cargando las bicis en los vagones especiales.
Esta excursión es apta para todos, de 0 a 80 años. Los niños pequeños pueden ir en un carrito enganchado a la bici de mamá o papá. A partir de los 9 años, si los niños miden al menos 1,30 cm (4'3'') y pueden manejar con seguridad una bicicleta en una carretera en la que haya coches, pueden montar su propia bicicleta. En la estación calurosa, montar en una e-bike permite mantenerse fresco, gracias al viento que es como un ventilador natural. Este recorrido te da la oportunidad de explorar el verdadero corazón de esta región: el paisaje en terrazas, que en el pasado albergó cientos de viñedos. La producción de vino ha hecho historia aquí, y las tradiciones agrícolas siguen formando parte del patrimonio local.