A mitad de camino, Via San Luca, un callejón animado, multiétnico e histórico que formó una parte importante del largo camino medieval que cruzaba toda la ciudad (vicolo lungo), es una pequeña plaza que también sirve como parvis a la pequeña iglesia de San Lucas Esta iglesia es el hogar de una gran cantidad de obras de arte, como una vez fue la iglesia parroquial de la familia Spinola. Las Spinolas estaban entre las familias aristocráticas más prominentes de Génova, y sus propiedades se concentraron en esta área. La iglesia fue fundada en 1188 y reconstruida en estilo barroco durante el siglo XVII. El interior fue decorado por Domenico Piola, un gran maestro de la técnica del fresco, y por Anton Maria Haffner, quien fue famoso por sus pinturas de trompe-l’oeil. Esta diminuta iglesia es un verdadero auge de colores. Entre las obras maestras que se encuentran en su interior, los visitantes tendrán la oportunidad de admirar la Adoración de los pastores, una hermosa pintura de Grechetto y la estatua de mármol de la Virgen María de Filippo Parodi, en el altar.
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