Construida entre 1751 y 1754, representaría a Trieste como la ciudad favorecida por la fortuna gracias al establecimiento del puerto franco por Carlos VI y las políticas de desarrollo de María Teresa de Austria. El mundo está representado por cuatro estatuas alegóricas que recuerdan los rasgos de las personas que vivían en los continentes conocidos en ese momento (Europa, Asia, África y América), un concepto tomado de las cuatro figuras alegóricas de los ríos de donde sale el agua. La representación del Nilo tiene una cara velada, de hecho, las fuentes no se conocían. En la parte superior de la fuente, Trieste está representada por una figura femenina alada con los brazos abiertos, tendida en las rocas del Karst y rodeada de paquetes, fardos de algodón y cuerdas, que representan la imagen de una ciudad acogedora donde comerciantes de todo el mundo y , en mayor medida de la zona oriental, son bienvenidos.
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