La Puerta de Montanara se remonta al primer siglo antes de Cristo, y fue parte de una reorganización general de las murallas defensivas de la ciudad atribuidas a Sulla, durante el trabajo de reconstrucción realizado en Rimini en las primeras décadas del siglo, luego de devastadoras represalias en la ciudad, que Había apoyado a Marius, el rival de Sulla, en la guerra civil.
El arco redondeado hecho en bloques de arenisca fue una de las dos aberturas en la puerta que daba acceso a la ciudad a los viajeros desde las colinas a lo largo de la Vía Arretina, que corría a lo largo del valle del río Marecchia. La doble puerta de acceso facilitó el flujo del tráfico, dividiendo a los que abandonaban Ariminum del Cardus Maximus de los que ingresaban.
Las excavaciones arqueológicas han mostrado la presencia de un gran patio amurallado inmediatamente dentro de la puerta, que termina en una segunda puerta, confirmando la complejidad de las estructuras defensivas.
El arco hacia el norte se cerró en los próximos siglos, y el arco restante continuó marcando la entrada a la ciudad hasta la Segunda Guerra Mundial.
En la turbulenta reconstrucción de la ciudad después del final de la guerra, la parte de la puerta que había sido visible durante siglos fue destruida, pero la sección oculta en las paredes de las casas adyacentes fue recuperada .
El arco redescubierto finalmente se reconstruyó junto al Templo de Malatesta, lejos de su sitio original
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