La Basílica Spirito Santo (Basílica del Espíritu Santo) fue originalmente consagrada por los obispos arios a principios del siglo VI y luego fue convertida a la religión católica por el arzobispo Agnellus alrededor del 560. Hoy en día, la iglesia no difiere significativamente de su aspecto original. Sin embargo, el edificio es ahora 2 metros más bajo porque en el siglo XVI el piso fue elevado para contrarrestar el fenómeno del hundimiento. Un porche del siglo V con cinco grandes arcos en el frente y uno en el lado norte más corto domina la fachada.
La basílica está dividida en una nave y dos pasillos laterales, separados por catorce columnas coronadas por capiteles y pulvinos. El ambo de mármol griego del siglo VI está decorado en ambos lados con dos cruces en un globo, mientras que en la parte central curvada, pequeñas columnas estriadas forman tres pedículos con conchas y un tímpano.