San Paolo es una iglesia construida en 748 y reconstruida en el siglo XII, aunque solo en el siglo XIV obtuvo las formas actuales. El exterior se caracteriza por una mezcla toscana típica de estilo románico y gótico, con una decoración policromada de la fachada. Sobre el portal hay una estatua de Santiago, atribuida a Orcagna.
El interior se ha convertido en gran parte en barroco en los siglos XVII y XIX. Las obras de arte incluyen un fresco con Santa Ágata y Santa Eulalia de Gerino Gerini (pintor), un crucifijo del siglo XIV y una Santa conversación de Fra Paolino, que retrata a Girolamo Savonarola como San Pedro el Mártir. La sacristía tiene varios frescos de los siglos XIV-XV.
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