Construida en el siglo XVII sobre edificios anteriores, es una de las joyas barrocas de la ciudad. La iglesia fue gobernada hasta 1890 por los sacerdotes seculares de San Filippo Neri.
Dentro de las obras de A. Bonazza, Bonaccorsi, Ferrari, Pellizzari, Maffei y un crucifijo atribuido a Donatello.
En el techo cuelgan quince cuadros de los siglos XVII y XVIII, que ilustran los misterios del Rosario.
En la sacristía se encuentra la Pinacoteca del mismo nombre, fundada en 1966, que contiene frescos medievales, telas, muebles litúrgicos, manuscritos, material arqueológico, joyas y numerosas pinturas, entre las que destaca una maravillosa Virgen en el Trono de Antonio Vivarini (siglo XV). .