En la cima de una montaña, frente al mar.

Taormina es un encantador pueblo medieval ubicado en el Monte Tauro a unos 250 m. sobre el nivel del mar. El centro histórico está encerrado dentro de las murallas medievales y se accede a través de dos aberturas, respectivamente: Porta Messina y Porta Catania. El pueblo fue fundado en 358 a. C. da Andromaco y un grupo de griegos que huyen de la colonia de Naxos, en el momento atacado por Dionisio I de Siracusa, y se les dio el nombre de "Tauromenion".
En 278 a. C. Taormina fue conquistada por Agatocle, el nuevo tirano de Siracusa y, poco después, en el 212 a. C, la ciudad se rindió a los romanos para evitar ser destruida por estos últimos. El nombre de la ciudad fue latinizado en "Tauromenium" y se convirtió en una ciudad federada del Imperio Romano. Tras la caída del imperio romano, en 476 d. C. y las invasiones bárbaras, Tauromenium quedó bajo el control del Imperio bizantino. En ese momento, gracias a su posición estratégica, Taormina se convirtió en uno de los centros más importantes del este de Sicilia; la ciudad se expandió, la población aumentó y los muros fortificados construidos por los griegos se fortalecieron.

En 902 d. C Taormina cayó ante los árabes, quienes devastaron la ciudad y cambiaron su nombre a "Almoezia", ​​del nombre del califa Al-Moez. Sin embargo, los árabes no solo trajeron destrucción, sino que también mejoraron la agricultura y desarrollaron las ciencias y la filosofía. El dominio árabe terminó con la conquista de Sicilia por los normandos; en 1078, el conde Ruggero tomó la ciudad, que fue rebautizada con su antiguo nombre. Bajo los reinos normando y suabio, Taormina y toda Sicilia experimentaron un período de esplendor cultural y de bienestar.

Los reinos de los angevinos y los aragoneses, caracterizados por las guerras entre Francia y España por el control de la isla, se caracterizaron por disturbios e impuestos pesados ​​que causaron el declive de la ciudad. En el siglo XV, el trono siciliano pasó a Bianca di Navarra, con el que se estableció una nueva dominación española hasta 1713, cuando Sicilia estuvo, durante un breve período, bajo el dominio de la Saboya. Más tarde, la isla fue puesta bajo el control de los Habsburgo de Austria.

Desde 1734 Sicilia regresó bajo el dominio español con la familia Borbón, hasta que Garibaldi llegó con sus tropas y en 1861 la isla votó la anexión a Piamonte.