Fundada alrededor del año 1000 por los benedictinos de la abadía de Saint-Bénigne de Fructuaire, que luego pasó a los cánones del Gran San Bernardo en el siglo XII, el priorato de Saint-Benin se transformó en un colegio de Educación superior por el papa Clemente VIII en 1597.

Durante más de tres siglos, el "Colegio Saint Benin" alimentó la cultura local y formó la clase dirigente secular del Valle de Aosta. Según la tradición, fue precisamente entre los benedictinos de San Benin que San Anselmo aprendió los primeros rudimentos de la cultura y cultivó la vocación que lo llevaría a ocupar la sede primitiva de Canterbury.

Hoy en día, la gran capilla del Colegio, reconstruida entre 1676 y 1680 cerca del campanario románico del siglo XII, es ahora un centro de exposiciones de prestigio para el arte nacional e internacional moderno y contemporáneo.