Una casa de campo situada en la llanura de Friuli alberga este encantador restaurante, una parte integral de la bodega gestionada por la familia Tarlao. Las especialidades caseras son carnes a la brasa y vegetales cocinados directamente sobre las astillas de madera y los deliciosos pasteles tradicionales; todo para acompañar con el vino producido por la empresa.

Conocido por su carne de leña y su cocina clásica bien regada por los típicos vinos D.O. C. friulani, Ai Cjastinars es perfecto para almorzar o cenar antes o después de una visita a la Basílica de Santa María Assunta, a poca distancia. En el verano es un placer entretenerse en los grandes dehors del porche.

Cerca de la calle Sacra y no muy lejos de la Basílica, este restaurante ofrece una buena variedad de platos de pescado que son la especialidad de la casa; desde los primeros platos presentados con imaginación, hasta la sabrosa parrillada, todo según la pesca del día. Agradable en primavera y verano comiendo en el gran jardín.