El baptisterio de Neonia es uno de los monumentos más antiguos de la ciudad de Ravenna. Fue encargado por el obispo Urso y probablemente fue construido a principios del siglo V como la catedral cercana. Durante el episcopado de Neon (450 - 475), el baptisterio se sometió a muchos trabajos de restauración que terminaron con la reconstrucción de la cúpula y la realización de la decoración interior, todavía presente.

El edificio de ladrillo es de forma octagonal y tiene cuatro nichos externos grandes. Por todos lados, ventanas redondeadas y puertas subterráneas se abren hacia el interior de la iglesia.

El interior del baptisterio consiste en dos filas de arcos colocados uno encima del otro. Su decoración se divide en tres niveles, el inferior cubierto con piezas de mármol, el medio con estucos, mientras que la sección superior está adornada con mosaicos de influencia helénica-romana. En el centro de la cúpula, un medallón grande enmarca el Bautismo de Cristo, representado como un hombre joven inmerso en las caderas en las aguas escarpadas del río Jordán. Esta es una de las escenas de mosaico más antiguas del Bautismo de Cristo que se encuentra dentro de un edificio monumental. Las imágenes de los doce apóstoles, divididas en dos grupos dirigidos por San Pedro y Pablo, giran en torno al medallón central, destacándose sobre un fondo azul. Un segundo anillo muestra ocho exedras que cubren tronos y altares y simbolizan el concepto de ciudad celestial y la difusión de la doctrina cristiana.

En el centro del edificio, una fuente octogonal de mármol griego y pórfido reconstruida en el siglo XVI aún conserva algunos de sus elementos originales del siglo quinto.

A principios del siglo XX, Carl Gustav Jung, uno de los fundadores del psicoanálisis, quedó particularmente impresionado por la magia de estas decoraciones.