La Basílica de Nuestra Señora de la Humildad es una basílica mariana católica romana en Pistoia.
Un milagro atribuido al fresco de la Virgen de la humildad pintado en 1370 dio origen a la construcción de la basílica. El fresco se atribuye a veces a Bartolomeo Cristiani, pero tal vez se debió a un pintor local de Pistoia. La basílica, construida por el arquitecto Ventura Vitoni, es un ejemplo importante de la arquitectura del Renacimiento temprano. Giorgio Vasari construyó la cúpula octogonal sobre la basílica en 1562. El fresco original permanece dentro de la basílica.

Según la leyenda, el 17 de julio de 1490, en medio de las luchas internas entre las facciones locales del poder, algunas personas vieron sangre goteando de la frente del fresco de la Virgen, que se interpretó como un signo de que la Virgen María Sufrió el derramamiento de sangre en la región. El obispo Niccolò Pandolfini confirmó el milagro y las importantes familias de Pistoia decidieron construir el santuario para honrar a la Virgen.