El edificio, diseñado por el abad y arquitecto Giovanni Furlani, fue encargado por Scipione Grillo.
La fachada principal, con un falso sillín, está decorada con aleros denticulares y estuco blanco. Las columnas de mármol, a los lados del enorme portal, sostienen un balcón.
Dos enormes patios interiores están rodeados de porches abovedados, mientras que a lo largo de la escalera de piedra y mármol al primer piso se encuentran estatuas de terracota de Giuseppe Carra.