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Lerici
Lerici
Excursión de 1 día desde La Spezia
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En el corazón del golfo de los poetas.

Lerici se levanta a lo largo de una magnífica entrada natural, el Golfo de La Spezia, dominada por la ciudad del mismo nombre y el municipio de Portovenere. El nombre "golfo de poetas" deriva de las muchas personas que han permanecido allí: escritores de la fama de David Herbert Lawrence, George Sand, Lord Byron y Percy Bysshe Shelley, personalidades italianas como Gabriele D'Annunzio, Filippo Tommaso Marinetti, Mario Soldati Indro Montanelli e incluso el pintor Sandro Botticelli, quienes, según algunos, habrían establecido el nacimiento de Venus (una de las obras de arte más famosas del mundo) precisamente en lo que una vez también se llamó el Golfo de Venus.

El pequeño pueblo de Lerici tiene casas coloridas y características, una hermosa plaza sobre el mar y casas sobre la roca que dominan la entrada de la ciudad. Un hermoso castillo, ahora un museo. También desde el punto de vista naturalista, el área es particularmente atractiva: desde el mar transparente que ha ganado la bandera azul (reconocimiento a los balnearios más bellos y limpios) a una vasta área de matorral mediterráneo protegido, que constituye el Parque Natural Regional de Montemarcello. Magra.

En la Edad Media, Lerici perteneció a Génova, hasta que, en 1241, los Pisanos la conquistaron gracias a la victoria registrada durante la batalla naval en la Isla de Giglio. Después de trece años, sin embargo, los genoveses lograron recuperar el territorio perdido a partir del castillo y el puerto. La aldea fue entonces objeto de disputa entre los güelfos y los gibelinos durante la primera mitad del siglo XII: según lo informado por Dante en la Divina Comedia, el odio de los contendientes fue provocado por la no alianza entre los Buondelmonti y los Amodei debido a un matrimonio fracaso. A estos se agregaron los franceses del período napoleónico, que trajeron a Lerici bajo su dominio, y finalmente el Reino de Cerdeña y luego el de Italia.

Uno de los eventos más populares de los lugareños es sin duda la fiesta de Sant'Erasmo: el primer sábado de julio tiene lugar una larga procesión, acompañada de una iluminación muy sugerente, para celebrar a este santo patrón de los navegantes. Quienquiera que asista a este evento puede observar el viaje de la estatua de madera, que se transfiere desde la procesión en un ferry seguido de barcos decorados festivamente: los fuegos artificiales marcan el final del evento mágico.