La aventura comienza en Noto, un jardín de piedra donde se entrelazan la historia y la arquitectura barroca. Después del devastador terremoto de 1693, la ciudad resurgió en la colina de Meti, pero sus raíces se remontan a la Edad de Bronce. Luego, el viaje continua hacia Módica, donde se encuentra la fábrica de chocolate más antigua de Sicilia. La ciudad es un tesoro arquitectónico, lleno de historia y color. Puedes admirar las impresionantes catedrales de San Giorgio y San Pietro, el imponente Palazzo Polara y el elegante Palazzo Napolino-Tommasi Rosso, entre otros. Finalmente, llegamos a Ragusa, una ciudad que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2002 debido a sus impresionantes monumentos del Barroco tardío. Aquí, puedes sumergirte en el estilo arquitectónico que hizo famosa a la región, contemplando catedrales y palacios que son un verdadero tesoro artístico.