Amada y estudiada incluso por Leonardo da Vinci, la hermosa Reserva Natural de Ponte a Buriano se extiende por una superficie de nada menos que 7 km a lo largo del cauce del río Arno, desde el puente románico hasta la presa de Penna. crusoe.travel te lleva a admirar este paraíso terrenal desde un punto de vista totalmente original y especial, es decir, con esta relajante excursión en kayak, que te permitirá vivir de forma plena y exclusiva toda esta increíble Reserva Natural. Rodeado de un paisaje sobrecogedor y arrullado por tonos de colores súper llamativos que varían en cada estación y colinas onduladas, encontrarás amplios espacios verdes y bosques donde podrás dar agradables paseos y avistar aves de razas protegidas, entre ellas las increíbles garzas, de todas las especies.
El puente románico se remonta a la Edad Media, concretamente a mediados del siglo XVI, aunque su historia es aún más antigua, ya que testimonios de la época informan de la presencia de un paso de madera en la zona conocida como Villa di Buriano, de la que toma su nombre actual. Transformado en piedra durante la Edad Media con el desarrollo en la Toscana de la espléndida y famosa carretera de Setteponti, de la que forma parte, el Puente de Buriano, con sus siete arcos, se ha convertido en una de sus joyas más preciadas, perdurando hasta nuestros días para regalarnos paisajes impresionantes. La fama que aún hoy tiene este puente se debe también al genio de Leonardo da Vinci, que para reivindicar la Val di Chiana, hacia 1500 hizo estudios en este tramo del Arno, impresionado por el paisaje de las Balze que dibujó en muchos de sus cuadros.