Todos los invitados serán recibidos en la finca y llevados a la azotea de la bodega para contemplar las vistas más impresionantes de las ondulantes colinas a 600 metros sobre el nivel del mar. Aquí, uno de los apasionados miembros del equipo ofrecerá una introducción a la historia de la finca y una pequeña explicación general de lo que los invitados verán y lo que harán en la próxima hora y media de su tiempo. Los clientes podrán visitar uno de los viñedos, seguido de una explicación del proceso de trabajo y de la agricultura ecológica con algunas técnicas biodinámicas adicionales que se utilizan y practican a menudo en la finca. Si el tiempo lo permite, se ofrecerá a los invitados una copa de vino espumoso o un vino fresco de su elección en la pequeña terraza adyacente construida bajo un roble. A continuación, el recorrido llevará a todos a una visita por los jardines de la villa e incluirá una visita al huerto. La bodega es la siguiente parada, donde siguen explicaciones detalladas sobre la vendimia y la selección de las uvas durante la cosecha, la fermentación y el posterior envejecimiento de los vinos. Cada paso del proceso vitivinícola se explica con gran detalle y los huéspedes aprenderán muchas cosas nuevas y emocionantes sobre cómo se elaboran los vinos en la zona del Chianti Classico. La última parada es una sala de degustación, donde los invitados podrán probar los 5 productos de la finca con la selección de varios embutidos y/o quesos locales con pan y aceite de oliva. Los invitados también conocerán detalles particulares sobre la historia de cada vino, aprenderán a olerlo y catarlo, y qué buscar al abrir una nueva botella de vino. El último detalle emocionante es la grappa, para quienes quieran aprender sobre su producción y su sabor único y delicado.