En el valle de Valcuvia, a pocos kilómetros de Varese y del lago Mayor, se encontraba la elegante residencia de campo de la familia Della Porta, una saga de terratenientes de origen humilde que habían logrado ascender en la escala social. En el siglo XVI, la mansión era un lugar rústico con edificios de carácter rural, una bodega y una hilandería de seda. Sin embargo, en el siglo XVIII, la casa se sometió a una completa transformación y se convirtió en una villa di delizia, una auténtica maravilla arquitectónica, con motivo de la unión entre Giovan Angelo III Della Porta e Isabella Giulini, condesa de Milán. Actualmente, es posible disfrutar de los lujosos interiores de la residencia de verano, con salones y salas, galerías y dormitorios decorados con frescos vibrantes y motivos en trampantojo, escenas mitológicas y alegóricas, y brillantes guirnaldas de flores, verdaderas obras maestras del Roccocó. Aunque solo unos pocos muebles originales se han conservado, como una cama con dosel cubierta de seda adamascada dorada y las librerías de madera que albergan los archivos familiares, la mayoría de los muebles actuales han sido donados por benefactores generosos y han ayudado a recrear la atmósfera de una mansión aristocrática del siglo XVIII. Las ventanas ofrecen una vista impresionante sobre el jardín italiano, diseñado con una sucesión de terrazas de piedra que ascienden por una colina coronada por el "teatro", un amplio césped verde donde se encuentra un estanque de peces y un empinado sendero que asciende hasta un espectacular mirador panorámico. En el siglo XIX, el senador Camillo Bozzolo salvó la mansión de la decadencia, y aún hoy se conservan los recuerdos familiares y su valiosa biblioteca. Gracias a la restauración llevada a cabo por la FAI, la Villa Della Porta Bozzolo ha recuperado su antiguo esplendor. Hoy en día, es un encantador rincón de Italia donde puedes pasar el día disfrutando del parque, visitando los interiores de la mansión y degustando una comida en el restaurante "La cucina di casa".