Un hermoso e imponente edificio, el mercado cubierto de Livorno, inaugurado en 1894, fue diseñado por el arquitecto Angelo Badaloni, entonces arquitecto en jefe del Ayuntamiento de Livorno. Es interesante tanto por su majestuosa estructura, iluminada por las grandes y elegantes ventanas, como por su techo de hierro y vidrio, obra de los hermanos Gambaro.
Consta de un espacioso vestíbulo (95 metros de largo por 26 metros de ancho y 35 metros de altura) con una entrada principal en el Scali Saffi y cuatro entradas laterales más pequeñas. Las dos salas paralelas a la central estaban originalmente reservadas para la venta de pescado y para vendedores ocasionales, respectivamente. Esta última también se llamaba "la sala Gabbrigiane" porque, cerca del amanecer, las campesinas, en su mayoría de la aldea cercana de Gabbro, vendían huevos de gallina, verduras frescas y hierbas aromáticas. Destacan en su interior las ocho cariátides de arcilla que producen los frutos de la tierra, obra de Lorenzo Gori.
El edificio cuenta con noventa y dos bodegas a las que se puede acceder tanto desde el exterior (que proporciona una entrada para carros) como desde el interior. Situadas encima de las diversas tiendas a lo largo de todos los pasillos se encuentran los almacenes. Un paseo por los espaciosos salones conducirá al descubrimiento de especialidades gastronómicas y productos típicos de Livorno y de muchas otras culturas que forman parte del patrimonio de la ciudad, como la carne kosher, que se mata de acuerdo con el ritual religioso judío.
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