En Lucca, las bicicletas son el modo de transporte perfecto. Mientras pedaleas por las calles empedradas, te fundes con la esencia de la ciudad y te sientes como un verdadero lugareño..Disfruta de un viaje relajante y lleno de emociones mientras exploras los rincones ocultos y aprendes sobre una de las regiones más prósperas de Italia. Pasea por las murallas de la ciudad y descubre lugares emblemáticos como la Torre Guinigi, una de las joyas arquitectónicas de Lucca. No te pierdas la oportunidad de tomar fotos impresionantes en las plazas con hermosas iglesias y palacios renacentistas. Haz una parada gastronómica en una tienda local preferida y saborea los productos típicos de la zona, como el queso pecorino, los embutidos y el aceite de oliva virgen extra. Pasea por las callejuelas estrechas y antiguas iglesias hasta llegar a la Basílica de San Frediano, un tesoro arquitectónico. Continúa explorando el lado menos conocido de la ciudad, donde podrás vivir la vida local de cerca. Sube a tu bicicleta y vuelve a las murallas de la ciudad y el centro histórico a través de la Plaza Grande. Finaliza tu aventura con una deliciosa parada en la heladería más antigua de Lucca y saborea un helado inolvidable (o una pastelería en invierno). Al final del día, regresa al punto de encuentro con la sensación de haber vivido Lucca como un auténtico lugareño.